domingo, 1 de mayo de 2011

Caramelos indios. SIN COMENTARIOS

Al llegar encuentro sobre la mesa del salón una bandeja llena de caramelos. Todos con colores brillantes. Muchos con envoltorio de premio. Miro la bandeja y no sé por cuál decidirme así que los cojo todos y salgo al jardín. Los voy degustando uno a uno y tirando el papel al suelo mientras sigo caminando. Mmmm este me gusta. Mmmmm este también. Así llego a la charca de las ranas donde no me sorprende encontrarme a un príncipe que me regaña porque lo estoy ensuciando todo.
Miro hacía tras y veo el rastro multicolor. No lo entendería. Me encojo de hombros y, sin comentarios, sigo caminando, comiendo caramelos y dejándolos como rastro para que otros puedan seguir mis pasos desde mis jardines a casa del indio. Sé que los espíritus le inspiran y le protegen. Espero que se sientan a gusto por estos lares y no me echen siete años de mala suerte.



Mi definición de MICRORRELATO

Una historia breve en forma de caramelo donde el escritor pone el envoltorio y el lector se lo quito para saborearlo

Frustración 
Petrificados quedaron los castillos cuando vieron que una ola destruía a los niños de arena 

Se hace saber...
No tengo la menor duda de que soy un bicho raro. Sí, un bicho rarísimo. El primer paso es admitirlo y yo nunca lo he negado ni me he escondido. Y es que para empezar el embarazo de mi madre duró bastante más de lo normal, se ve que no quería salir y fueron veintidós meses, como los elefantes. Cuando lo hice, no lloré como todos los niños, sino que tras las palmaditas de rigor, aullé como un lobo. La piel de gallina, la cara de perro, las orejas de burro, los ojos de gallo, la boca de lobo, la lengua de sapo, el cuello de jirafa, el pecho de gorila, las manos de cerdo, las uñas de gato, los muslos de pollo, las patas de cabra, la cola de pez y el culo de foca hacen de mi un ejemplar único en el mundo.


Al príncipe azul que viste un jubón tejido de oro, un coleto bien ceñido a la cintura, un calzón verde oscuro y adornado con oro, valona de encaje, botas de ante, una capa morada y un sombrero negro con una pluma verde, le ha llegado la hora de elegir princesa.
Conocedor de la leyenda, sabe que no la encontrara tan fácilmente en castillos ni palacios, ni siquiera entre plebeyas. Sí, en forma de sapo a quien deberá dar un beso para que se produzca la ansiada transformación.
Y justamente hoy, cuando el cielo se ha coloreado de un naranja especial al amanecer, siente que será el día y, sin dudarlo, sale a pasear con su caballo siguiendo el curso del río.
En medio de la frondosidad del bosque, se para a descansar sentándose en una roca próxima a la orilla. El silencio sólo se rompe fugazmente al pasar alguna bandada de pájaros. Después, de nuevo silencio y tranquilidad. Hasta que de repente, atraído por un sapo que croa y le mira como nunca antes lo había hecho ningún sapo, le da un vuelco el corazón.
Excitado, el príncipe se aproxima hasta él, se coloca de rodillas, contiene por amor unas arcadas provocadas por semejante bicho baboso y se dispone con los ojos cerrados, a darle un beso con la esperanza de que al abrirlos, éste se convierta en la bella dama de cabellos de oro. Pero cuando está a punto de rozar sus labios, oye croar desde la otra orilla a otro mágico sapo que también le mira. Y a unos metros, otro más, y otro a la derecha… Son decenas de ellos, croando y reclamando su atención.
Desconcertado, el príncipe no sabe qué hacer, no sabe por cuál decidirse. Ignora cuál es el verdadero y teme, ahora, equivocarse

20 comentarios:

  1. Los príncipes son príncipes, no entenderían esas cosas Puck. Detrás de un rastro de envoltorios de caramelos, tiene que haber algo muy especial.

    Buena elección y bien hilado.

    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Buena elección,siempre escurriendo la neurona y presentándose, a bastantes con éxito, a concursos.
    Aunque posiblemente, lo que más me guste de él, es la propia definición de microrrelato.

    ResponderEliminar
  3. Me encanta la definición. Deberías estar en la RAE
    Un saludillo,

    ResponderEliminar
  4. Merecido homenaje, sin duda. Me encantó releer "Frustración", es una maravilla.
    Un abrazo para ambos.

    ResponderEliminar
  5. Merecido homenaje al indio, muy bien elegidos los tres micros.

    ResponderEliminar
  6. Los micros son una delicia, así como tu presentación.
    Abarco a ambos en un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Me gustan muchísimo estas selecciones de diferentes microrrelatistas tan buenos como David, porque ello me permite hacer unas relecturas que tal vez de otra manera no haría. Un lujazo este repaso. Gracias.

    ResponderEliminar
  8. Y sí el primer blog de micros que empecé a leer fue el de Indio. De luxe!! Qué buena selcción de micros Puck. Abrazos van para ambos!

    ResponderEliminar
  9. Fue uno de los primeros blogs que también comencé a leer.

    Buena elección, como siempre.

    Besitos a ambos.

    ResponderEliminar
  10. Gran Jefe Indio tener buen gusto por lo particular. Jau.

    ResponderEliminar
  11. Gracias a todos por vuestras buenas palabras y a Puck por su detalle.

    http://nocomentsno.blogspot.com/2011/05/mis-caramelos-en-los-jardines-de-puck.html

    Un saludo indio

    ResponderEliminar
  12. El indio no defrauda nunca, ni sus caramelos!!!
    Bonito y divertido homenaje, me encanta el micro de los sapos! es un cuentito muy para estos jardines.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  13. Buenos caramelos, no conocía Príncipes y sapos, muy bueno también.
    Abrazos a ambos.

    ResponderEliminar
  14. Llegué hasta acá por El Indio...;)
    Me encantó el cuento de los cramelos y el del príncipe rana... escribí hace poco algo de princesas y sapos...
    Veo por tus títulos que abordamos los mismos temas...
    Te sigo y te iré leyendo de a poco...
    Reina

    ResponderEliminar
  15. Bonito homenaje de una ranita a un indio. Dan ganas de desenvolver un caramelo.

    Besos dobles.

    ResponderEliminar
  16. Indio, gracias por el atracón de caramelos que me he pegado para marcar el camino entre tu casa y mis jardines :-). La definición de microrrelato es genial y esos príncipes y sapos no podían faltar por estos lares.

    Reina, toma asiento en los jardines, espero que estés a gusto. Me acerqué a tu casa y vi que también tenías príncipes y princesas jeje ¿encontraré ranas algún día?

    A todos los demás muchas gracias por las visitas y los comentarios. Siempre es un placer leeros.

    Saludillos

    ResponderEliminar
  17. Saludo para los dos; excelentes textos del Indio.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  18. Puck... los príncipes y princesas son de hoy... si vas más atrás hay ranas, anuros y escuersos... jaja

    http://reinadebuenosaires.blogspot.com/2011/04/batracios-clasicos-agiornados-o-si-no.html

    es bastante gracioso... que lo disfrutes...
    Y tengo otro de sapos ue aún no subí... ;)

    ResponderEliminar
  19. Uno de los referentes en el género, sin duda.
    Aplaudo tu selección, Puck, como aplaudos los micros de Indio.
    Abrazos a ambos,
    PABLO GONZ

    ResponderEliminar
  20. Me gusta cuando te dejan sin saber qué es lo que hay exactamente al otro lado,

    ResponderEliminar